domingo, 11 de marzo de 2012

Punto De Quiebre


De un tiempo aquí he empezado a pensar en el momento en el cual se pasa de una relación abierta a una cerrada, del “Estamos saliendo” al “Somos enamorados/novios”, cuál es la señal de que dejamos lo divertido de la informalidad y la remplazamos por el etiquetamiento de algo formal.

He estado saliendo con un chico aproximadamente un mes y todo ha ido muy bien, nos divertimos y la pasamos bien juntos, no hemos hablado respecto al tema pero no nos interesa hacerlo por el momento, porque todo va bien como esta y no queremos arruinarlo, por lo menos yo.

Hace poco fue su cumpleaños, entonces conocí a todos sus amigos y aquí empezó mi duda, porque todos sus amigos y más aun sus amigas, o las enamoradas sus los amigos, hacían esa pregunta que nosotros aun no nos habíamos hecho ¿Están? Y bueno, por pasar de la pregunta y por consideración a su cumpleaños deje que él respondiera, y muy inteligentemente no respondió directamente sino  con una que otra disyuntiva que permite traslucir que sí, existe una relación entre nosotros pero no dijo exactamente de enamorados; y sonreí porque sentí que estábamos en la misma página; pero como el chisme se mete en las venas y no nos deja en paz, a esta respuesta le siguió una serie de preguntas más, todo un interrogatorio en conjunto y posteriormente personal; pero la pregunta que nos detuvo a pensar, y es que la enamorada de una no sus mejores amigos necesitaba saber (no entiendo por qué razón exactamente), fue ¿cuánto tiempo ya estábamos? Y la pelota empezó a rodar, primero a su otro amigo, después a su primo, después a su otro otro amigo y finalmente llego hasta él, y él volteo hacia a mí y me hizo la pregunta a lo que yo conteste con toda la honestidad que me caracteriza fue que no tenía idea y lo dejamos ahí.

Y la fiesta continuó sin que nadie más molestase sobre el tema, pero el alcohol tan amigo y tan enemigo, dependiendo la ocasión, hizo su parte y nos embriago a todos. Hasta ahí todo genial, era una fiesta y lo importante es pasarla bien, pero cuando el alcohol empieza a hablar no hay quien lo pueda callar, y así pasó, primero él, que empezó a llamarme de forma más cariñosa de lo acostumbrado, y se escucharon muchos “amor” “amorcito”  y sus compuestos y demás; yo por mi parte por no desairarlo delante de sus amigos le correspondía con los mismos pet names, pero el alcohol estaba ahora en los labios de su primo y éste con la sutileza que siempre le ha caracterizado (sarcasmo puro) abrió la boca para que todos se dieran cuenta de lo que acababa de pasar, según él, acabábamos de mandar al carajo nuestra relación abierta y ya la habíamos cagado toda (utilizo su mismo lenguaje para que noten lo sutil que es) y se dio el murmullo generalizado; el chico con el que salgo intentaba de alguna forma explicar que no necesariamente está todo perdido y se esforzaba tanto que decidí pasarlo por alto y cambiar totalmente el rumbo de la conversación que tampoco se vio bañado en sutileza pero era lo único a mi alcance.

Entonces aquí nace mi duda, en qué momento es en el que cambia esta situación de informal a formal, cual es la palabra mágica o el hecho exacto por el cual podemos decir que sí, ahora esta relación es formal y ya no hay vuelta atrás; son acaso los pet names, la agarrada de mano, la presentación de los padres o la primera flor regalada.

Existen mil cosas que podemos hacer y decir que pueden ser interpretadas de otras mil maneras diferentes; por mi parte prefiero no armar historias en mi cabeza, no pensar demasiado las cosas, no sacar conclusiones apresuradas y mantener todo lo más sencillo posible.

Ahora si queremos saber que está pasando en nuestra relación (del tipo que sea) la mejor herramienta que nunca falla es la COMUNICACIÓN, si tienes alguna duda, pregunta; quieres expresar tus sentimientos, habla; sientes que no está funcionando, arréglalo; te sientes preparada, comprométete; y cuando quieras ser feliz solo selo.  

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