jueves, 29 de marzo de 2012

Summer love


Alguna vez ha debido pasarnos que conocemos a un chico genial, que está de paso nada más, pero nos roba la sonrisa, alegra nuestro día y deseamos pasar algo de tiempo con él; esos romances que duran solo una estación o menos aun, pero que desde el inicio sabemos que no son para siempre.

Una de mis mejores amigas me dice siempre: “¿y qué? ¡Vive el momento!” y tiene toda la razón, aun más si alguien solo estará de paso por tu vida (como casi todo y todos). Pero el dilema se da en qué proporción darse a este tipo de romances; si darlo todo o guardar algo para nosotras.

Alguna vez escuche que si hacemos algo, lo hagamos bien o mejor no lo hagamos (ya sea algún logro o algún fracaso) entonces siguiendo esta lógica y el consejo de mi amiga debería darlo todo y vivir el momento, dejarme llevar con el viento hasta que el paseo haya terminado, y no sufrir porque terminó, porque desde el inicio lo sabíamos, tenía que terminar, pero por lo menos no nos quedaremos con los odiosos “hubiera…”, y habremos dado todo de nosotras para no quedar con sinsabores en la boca.

Y si, yo creo que cuando uno se encuentra de verdad con alguien, un poco de él se queda en ti y un poco de ti se lo lleva él; y prometo que será una gran experiencia, aprender a dejar ir es una gran lección de vida, entender que no todo es un cuento de hadas es (personalmente) un logro, y esperar que algún giro del destino los vuelva a unir después de años puede ser una ilusión, pero no se aferren a ella, sabemos que solo pasa en las novelas mexicanas y comedias románticas.

Por otro lado las invito a vivir sin temor, no tengan miedo de reír demasiado fuerte o ambicionar demasiado alto, de querer solo lo mejor y no conformarse con menos y sobre todo de entregarse del todo sin arrepentimientos posteriores.

Así que ve y vive el momento, no dejen ningún hubiera suelto por ahí.

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