Todas tenemos un ex enamorado/ex novio
que nos marco la vida, ese chico al que siempre le tendremos cariño y ya ni nos
recordamos que fue lo que paso pero siempre tenemos buenos recuerdos de él. Ese
chico que siempre estará ahí por si tenemos un problema, estamos seguras que el
siempre estará dispuesto a ayudarnos,
porque el sentimiento es mutuo.
Llámenle el incondicional, el
amor de su vida, el point, EL chico, EL ex o como quieran, pero yo le llamo mi CRUZ.
Mi cruz se llama Frank, fue mi
primer enamorado serio y lo conocí cuando tenía 14 de una forma poco
convencional. Jugábamos con mi prima La Loca a empujarnos en una verbena del
colegio de Frank y termine estampada sobre él, al voltear para disculparme por
la torpeza, lo vi y fue amor a primera vista (jaja, lo sé, estoy siendo algo cursi,
pero la ocasión lo amerita).
Nuestra historia es muy linda,
muy inocente (¡éramos unos críos!) y viene durando media vida.
Todos sabían que él me gustaba,
mis amigas sabían que me gustaba, sus amigos sabían que me gustaba, sus primos
sabían que me gustaba, la ciudad entera sabia que él me gustaba, pero él no se
daba por enterado. Debía hacer algo y rápido, no soy de las chicas que esperan
sentadas, así que decidí hacer algo al respecto.
Un día lo invite a que me
acompañara a una fiesta de quince años (en mis épocas eran muy elegantes y
formales) para ver si así se venía a enterar de mis intenciones. El vino muy
lindo y elegante, y bailamos toda la noche; bailamos esas canciones lentas que
ponen justamente para estas ocasiones, en las que pones tu mano derecha en su
hombro y el entrelaza sus dedos con los dedos de tu mano izquierda, con su otra
mano te tiene de la cintura muy cerca a su cuerpo y los dos estábamos tan
nerviosos, pero lo recuerdo como si fuera ayer.
El era un chico muy respetuoso
(aun lo sigue siendo) y quizás algo tímido, así que no me dijo nada ni intento
nada, pero al momento de despedirme le dije despacito y al oído: “me gustas mucho”.
Después de esto el coqueteo era
abierto y reciproco. Después de unos meses en mi fiesta de quince años nos
dimos nuestro primer beso y ahí empezó una historia que aun no termina de
escribirse.
No logro recordar porque termino
nuestra relación, pero el cariño sigue latente, aun nos vemos y recordamos
nuestras chiquilladas y nuestras tontas peleas, reímos, nos celamos en juego y
no reclamamos cosas como si aun estaríamos juntos.
En el fondo creo que aun lo
estamos, y lo seguiremos estando por un buen tiempo, quizás hasta que uno de
los dos se case. Claro, si no nos casamos uno con el otro. J
Ahora te toca a ti ¿Quién es tu
cruz?
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